Quiero comenzar dando las gracias a Fernando Estellés, y a la amabilidad con la que me recibió en su tienda. No todos los días se encuentra uno con que quieren conocerle*. El caso es que como el lector habrá podido observar, no he dicho que los zapatos Asthon & Allen se caen a cachos. De hecho hace mucho que no digo nada, eso es por la falta de tiempo, pero tiempo para quejarse siempre hay y no lo he hecho. Eso es porque los zapatos han salido estupendos.
Con la visita a su tienda no pude evitar hacer un añadido a mi zapatero que echaba en falta;unos zapatos Monkstrap de doble hebilla, toecap, en un marrón que no es chocolate pero no es claro, ahora mismo sólo se me ocurre compararlo con el palisandro.
Al construir un armario según el manual que todo caballero debería tener, uno se da cuenta de que tiene versatilidad,pero es demasiado formal. El Oxford negro no lo veo yo con un traje de seersucker o de lino de color claro. Así que hay que aumentar versatilidad. El Monkstrap es un zapato informal, inapropiado para situaciones de chaqué. Pero quién se pone chaqué estos días. Quién use chaqué habitualmente se habrá comprado unas Balmoral. O más le vale. Volviendo a la informalidad, es gratificante tener un zapato para situaciones informales, con el que ir a dar un paseo cómodamente y que no evoque nada relacionado con formalidad y rigidez.
Además, el Monkstrap se ve poco. Y siempre es agradable llevar algo de lo que hay poco. Le hace a uno sentirse especial.
*Ver entrada: Zapatos Asthon & Allen
