sábado, 27 de octubre de 2012

Sobre el vulgo I

Tomaré prestado el subtítulo de uno de los blogs más interesantes que hay por ahí para comenzar con el post. Dice lo siguiente: "La masa adeocenada por la ordinariez que nos bombardea diariamente desde los medios masivos"(http://eleganciaperdida.blogspot.com.es/). Y es que es precisamente de eso de lo que quiero hablar, la masa adocenada, el vulgo, infame masa de gente gris.

Obviamente está por todas partes, por eso es masa. Así que todos lo hemos visto. Esa señora de mediana edad con un jersey de pico gris, pantalón gris, zapatos negros de tacón medio y bisutería poco destacable con blusa blanca, quizá gafas. Quién no ha visto ese espécimen.

El equivalente masculino es el hombre que inevitablemente padecerá alopecia y llevará mocasines tipo sebago con un traje de cuello desbocado, hombros dos tallas más anchos, mangas algo largas, camisas ya desgastadas por el uso con bolsillo en el pecho y alguna corbata de color infame. A ese lo conocemos todos, basta con entrar a cualquier oficina/sucursal bancaria/agencia de viajes y ahí lo tendremos.

Por supuesto, el gusto de esa gente es exactamente el mismo que el del cubículo de al lado. Encima se pegan por subir por las escaleras mecánicas del metro, creando aglomeración de infame masa vulgar que no nos deja pasar a los que recordamos que tenemos piernas y podemos utilizar una escalera normal.

Profundizaré más en la masa en la próxima entrega de "Sobre el vulgo". 

1 comentario: